Las principales ciudades del país han tenido un crecimiento demográfico vertiginoso, lo que ha ido aparejado a la emergencia de cordones habitacionales "periféricos" densamente poblados. Por distintas razones, nuestra iglesia católica no ha seguido el ritmo de crecimiento de estas nuevas zonas y sus comunidades se han aislado tanto geográfica como evangelizadoramente, produciendo un ambiente poco propicio para el desarrollo y vivencia de la fe.
Más Información: www.capillapais.cl