INVESTIGACIONES

Arquitectura moderna y ciudad: obras, planes y proyectos en el laboratorio del desarrollo. Chile 1930-1980

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La investigación se propone aportar a la historiografía de la arquitectura del siglo XX, considerando que la arquitectura moderna se constituyó en una forma específica de generación del ambiente del país urbano, incluyendo los fenómenos de urbanización, modernización y desarrollo. Estos, tuvieron por lugar de transformación no sólo a la gran ciudad capital, sino que se activaron en muchas otras ciudades intermedias y menores con igual intensidad y muchas veces de manera específica o fragmentaria.

Se propone como hipótesis de trabajo que la relación entre arquitectura predominante en Chile desde fines de los años veinte hasta mediados del siglo, y que había sido capaz de dar forma y carácter al proceso de concentración urbana y al crecimiento urbano poblacional –tanto en las grandes ciudades como en la intermedias-, fue transformada por una noción de desarrollo más abstracta y menos espacial, que promovió el crecimiento urbano por fragmentos, donde la arquitectura, a la vez que incrementó su autonomía formal en casos particulares, asumió la serie constructiva y homogeneización en la repetición de unidades.

Esta nueva condición surgió ante la aplicación de las ideas del “desarrollo” y en particular las del “desarrollo urbano” –que asumió una dimensión múltiple de base económica y social y no solo arquitectónica-urbana- fomentadas por la adopción de planes más comprensivos del fenómeno urbano, por la construcción de edificios unitarios programáticamente, por la definición prioritaria de la trama vial para el crecimiento por extensión y por la construcción de grandes porciones urbanas por medio de proyectos de vivienda, superando la condición de unidad que había caracterizado el momento inicial de la arquitectura de la gran ciudad.

Arica, entre otros casos, constituyó un laboratorio particular por la dimensión institucional de un proyecto de desarrollo basado en las condiciones locales y regionales, que imprimió sucesivamente planes, proyectos y obras –desde inicios de la década del cincuenta hasta mediados de los setentas inclusive- que caracterizaron esta relación entre arquitectura y ciudad de manera excepcional, no obstante, también pueda verificarse parcialmente en otros casos.

Esta relación entre arquitectura moderna y ciudad -que hemos denominado como “la arquitectura de la gran ciudad” para la primera mitad del siglo-, incorporó inicialmente las ideas de unitariedad de tratamiento del problema urbano y la arquitectura. Posteriormente, se dio paso, a las concepciones en torno a la noción de “desarrollo” - comprensiva también de las nociones de progreso económico y humano y de modernización cultural y social-, que propendieron a una forma de configuración urbana más fragmentaria y menos espacial, en el que la arquitectura cumple el rol de dar sentido a los proyectos.