Es sabido que estudiar arquitectura es un camino apasionante, lleno de desafíos y muy gratificante para quienes ven en el mundo construido un área de desarrollo profesional, como también es conocido que se trata de una carrera que demanda mucha entrega, sacrificio y tiempo de trabajo.
Si a ello se le agrega el hecho de que no se cuenta con todo el tiempo para dedicarle, sería lógico suponer que la tarea se pondría muy cuesta arriba. Sin embargo, hay quienes congenian el estudio de esta disciplina, con una ascendente carrera en el deporte de alto rendimiento.
Es el caso de Mary Dee Vargas, de 22 años, cinturón negro de Judo y reciente ganadora de la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, quien cursa actualmente su tercer año de arquitectura en la Universidad Católica.
A su corta edad, ya se explaya con experiencia y sabiduría. Tal vez sea por el rigor que caracteriza a los deportistas de alto rendimiento, o, tal vez, porque su disciplina, junto con ser un deporte, es un arte marcial de defensa y protección personal, lleno de tradición, que cultivaron miles de años atrás los guerreros Samurai del Japón feudal y que en el siglo XIX se formalizó como un deporte nacional nipón.
El equipo de Comunicaciones de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos quiso saber cómo Mary Dee Vargas enfrenta el desafío de ambos mundos. De paso, aparecen en la conversación diversas artistas, sobre el rol del Estado chileno con los deportistas de alto rendimiento; qué metas vienen en adelante; y qué consejos le entrega a los más jóvenes una Judoka que a sus 22 años ha recorrido el mundo, y que día a día se divide entre proyectos y tatamis.
Revisa la entrevista completa realizada por FADEU UC a Mary Dee Vargas en este link
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
JUAN ANDRÉS INZUNZA